¿Quieres ser feliz? Abraza y déjate abrazar
Investigadores de la Universidad Iberoamericana afirman que el contacto social es esencial para alcanzar la felicidad

Ser feliz es una de las metas más importantes de todas las personas. Y para lograrlo no necesariamente se requiere dinero ni los bienes materiales. La respuesta, es más sencilla, de acuerdo con investigadores de la Universidad Iberoamericana (IBERO): solo se requiere tener contacto con otras personas, es decir, dar y recibir abrazos, entre otras caricias, pues la cercanía física sí brinda felicidad.
También te puede interesar: Abrazos: una caricia para el alma
La clave para ser feliz, el contacto físico
Por la pandemia por el SARS-CoV-2, el cerebro ha padecido el llamado distanciamiento social, situación que ha propiciado un aumento en los niveles de depresión. Por esto, es muy importante que ante un mayor número de personas vacunadas se regrese paulatinamente (y con el uso de cubrebocas) a actividades sociales que generen mayores niveles de felicidad, y vínculos de apego y amor romántico, afirma Mario Buenrostro Jáuregui, director del Laboratorio de Neurociencias de la IBERO.
“La resiliencia es el arte de navegar en los torrentes, el arte de metamorfosear el dolor para darle sentido; la capacidad de ser feliz incluso cuando tienes heridas en el alma”.
— Fuedicho (@fuedicho) September 22, 2021
Boris Cyrulnik#Fuedicho pic.twitter.com/2NtcG1h5pJ
“El cuerpo pide el contacto físico que está asociado a la liberación de oxitocina, vasopresina, dopamina y endorfinas, sustancias cerebrales que brindan paz, felicidad y armonía. Si nosotros cortamos esto, no vamos a dejar de querer a las personas, pero nuestro cuerpo lo reciente y deja de ser feliz. Se va a requerir adaptarnos a esta nueva realidad y tomar todas las precauciones necesarias, pero no alejarnos más del contacto”, precisa.
Buenrostro Jáuregui explica que las conductas motivadas son las respuestas que los seres vivos dan a estímulos externos o internos. Estos estímulos pueden ser impulsos electroquímicos, neuronales y hormonales. Estos mensajeros químicos permiten que las personas y los animales cambien de lugar o se muevan.
Para la humanidad, las conductas motivadas son aquellas que mueven a las personas para que alcancen sus deseos. Así, el amor y el apego son dos conductas motivadas que han sido de interés para las neurociencias. Desde esta perspectiva, el cerebro es controlado por neurotransmisores como la dopamina, la serotonina, oxitocina y las endorfinas y, a su vez, este órgano es el encargado de liberar estas sustancias.
La importancia del apego
El apego es una necesidad de estar con alguien, es un vínculo que se da entre madre e hijo, entre amigos y entre las parejas. Este deseo imperioso de estar con otra persona no necesariamente implica deseo sexual sino ser feliz. El apego tiene la impronta de mantener en conjunto a los seres vivos sociales y es importante desde el punto de vista afectivo y de supervivencia, precisó el académico especialista en neurociencias.
“Este fenómeno nos ayuda a sobrevivir. Tiene una alta función evolutiva porque hace que estemos juntos. Está asociado a la vasopresina y a la oxitocina. Si estamos juntos, tenemos mayores posibilidades de sobrevivir y ser feliz. No nada más los seres humanos, los animales trabajan mejor en conjunto”, detalla el experto de la IBERO.